¿Qué es el trastorno de personalidad pasivo-agresivo?

Cómo afecta el trastorno de personalidad pasivo-agresivo a las relaciones cercanas

¿Qué es el trastorno de personalidad pasivo-agresivo?

El trastorno de personalidad pasivo-agresivo puede pasar desapercibido, pero tiene un fuerte impacto en las relaciones personales. Este patrón de comportamiento, caracterizado por la resistencia pasiva, la procrastinación y la hostilidad encubierta, genera tensiones constantes en las relaciones más íntimas: pareja, familia o amigos cercanos.




¿Qué es el trastorno de personalidad pasivo-agresivo?

Este trastorno se manifiesta mediante una oposición indirecta a las demandas o expectativas de otros. La persona puede mostrar resentimiento, ser olvidadiza de manera conveniente, postergar tareas importantes o actuar con indiferencia como forma de expresar su enojo, sin enfrentarlo directamente.

Impacto en las relaciones de pareja

Una relación afectiva se vuelve especialmente vulnerable ante la actitud pasivo-agresiva. La pareja afectada puede sentirse confundida, emocionalmente agotada y constantemente invalidada. Las críticas disfrazadas, el sarcasmo, el silencio prolongado o la falta de cooperación son formas comunes de sabotear la armonía sin confrontación directa.

Ejemplos comunes:

  • Olvidar eventos importantes como aniversarios o compromisos pactados.
  • Responder con frases ambiguas como “haz lo que quieras” cuando en realidad no se está de acuerdo.
  • Mostrar desinterés sexual o afectivo como forma de castigo silencioso.

Relaciones familiares y pasivo-agresividad

En el entorno familiar, este trastorno puede generar dinámicas tóxicas de resentimiento acumulado. Los padres, hermanos o hijos de una persona con esta conducta tienden a vivir en una constante incertidumbre emocional, sintiendo que no hay una comunicación honesta ni directa.

Consecuencias emocionales para quienes rodean al pasivo-agresivo

Las personas cercanas suelen experimentar:

  • Frustración constante ante la evasión de conflictos.
  • Sentimiento de culpa o dudas sobre sus propios actos.
  • Desgaste emocional por no poder establecer un diálogo claro.



¿Se puede mantener una relación saludable con alguien pasivo-agresivo?

No es imposible, pero requiere consciencia del problema, voluntad de cambio y ayuda profesional. Las relaciones pueden mejorar si:

  • La persona reconoce su patrón de comportamiento.
  • Se trabaja la comunicación asertiva en terapia.
  • Se aprenden formas directas de expresar necesidades y frustraciones.

Tratamiento del trastorno pasivo-agresivo

La terapia cognitivo-conductual es una de las más efectivas. Ayuda a:

  • Identificar las emociones reprimidas que se expresan de forma indirecta.
  • Modificar creencias disfuncionales sobre el conflicto y la expresión emocional.
  • Fomentar la responsabilidad afectiva y la empatía hacia el otro.

¿Qué hacer si estás en una relación con una persona pasivo-agresiva?

1. Establece límites claros.
2. No caigas en la provocación ni en el juego de culpa.
3. Comunica tus emociones sin acusar.
4. Busca apoyo terapéutico para ti también, si sientes que la relación te está desgastando.




Reflexión final: ¿Es posible cambiar?

Sí, pero requiere trabajo constante. Una persona pasivo-agresiva puede aprender a expresar su enojo de forma directa y saludable, si reconoce cómo sus acciones afectan a quienes ama. Reconocer el daño es el primer paso para transformar una relación que sufre en una relación que sana.

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