La piel bronceada continúa siendo un sinónimo de belleza y en el afán de obtener un bronceado rápido y sin riesgos se recurre a las camas solares por considerar que no implican peligros para la salud
Desde hace muchos años los dermatólogos de todo el mundo vienen alertando y explicando que las exposiciones prolongadas a los UVA (rayos ultravioletas) producen envejecimiento precoz, flacidez, arrugas y manchas en la piel.
Pero como si eso fuese poco estas radiaciones solares pueden causar daños mucho mayores como alterar el ADN de las células aumentando la posibilidad de padecer melanomas y cáncer de piel.
¿ES MÁS SEGURO TOMAR SOL O BRONCEARSE EN LAS CAMAS SOLARES?
Cada vez más personas se abstienen de exponerse al sol, algunos para cuidar su salud, otros para evitar un envejecimiento prematuro de la piel. Pero también están quienes desean mantener la salud y la juventud de la piel pero no quieren renunciar a lucir un color bronceado y para lograrlo recurren a las camas solares.
Durante mucho tiempo se ha dicho que las camas solares son totalmente seguras, ya que permiten broncearse en forma rápida y sin los riesgos que implica exponerse al sol.
Todo lo que parece demasiado bueno como para ser verdad suele tener un lado negativo y resulta extraño que durante muchos años no se haya investigado los efectos sobre la salud del bronceado en camas solares.
¿CUÁLES SON LOS PELIGROS DEL BRONCEADO EN CAMA SOLAR?
Se dice que el uso reiterado de camas solares puede causar quemaduras, este sería un efecto adverso inmediato que se puede comprobar fácilmente. No obstante hay otros efectos de las camas solares que son a mediano y largo plazo, tales como el envejecimiento precoz y la formación de arrugas. Más grave aún es el riesgo de padecer melanomas y otros tipos de cáncer de piel, daños en los ojos, lesiones en la retina y la formación de cataratas.
Según algunas investigaciones el bronceado obtenido en las camas solares es mucho más riesgoso que exponerse al sol, debido a que la intensidad de los rayos ultravioletas es mayor a la que se recibe tomando sol en el mismo tiempo.
Es fácil darse cuenta de ello simplemente con pensar en lo rápido que se broncea la piel en la cama solar si comparamos con la cantidad de horas al sol que se necesitarían para lograr el mismo efecto.
También se asegura que el daño que se causa a la piel puede ser aún mayor que el producido por tomar sol, ya que en la cama solar la persona permanece inmóvil recibiendo los rayos UVA en forma continua en una misma postura lo cual no ocurre cuando se está al aire libre.
Como conclusión se puede decir que para lucir una piel bronceada y sin riesgos la mejor opción continúa siendo tomar sol en las horas permitidas y utilizando un filtro solar con un nivel de protección adecuado para cada tipo de piel.
Posiblemente se necesitará más tiempo para obtener un color bronceado pero se evitará pagar un precio muy alto en el futuro como sería perder la salud y hasta la vida por una simple cuestión estética.
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