Meningitis: qué es, causas, síntomas y tratamiento
La meningitis es una enfermedad grave que se produce cuando se inflaman las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación puede estar causada por una infección viral, bacteriana, micótica o incluso por reacciones medicamentosas o enfermedades autoinmunes.
¿Cuáles son las causas de la meningitis?
Las causas más comunes de meningitis son:
- Meningitis viral: Es la forma más frecuente y suele ser menos grave. Puede estar causada por enterovirus, virus del herpes, paperas o VIH.
- Meningitis bacteriana: Es más peligrosa y puede ser mortal si no se trata rápidamente. Las bacterias más comunes son Neisseria meningitidis, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae tipo B.
- Meningitis micótica: Menos frecuente, afecta sobre todo a personas con el sistema inmunológico debilitado.
- Otras causas: Algunas enfermedades autoinmunes, cánceres o medicamentos también pueden inflamar las meninges.
Síntomas comunes de la meningitis
Los síntomas pueden aparecer repentinamente e incluyen:
- Fiebre alta
- Dolor de cabeza intenso
- Rigidez en el cuello
- Náuseas y vómitos
- Confusión o dificultad para concentrarse
- Convulsiones
- Somnolencia o dificultad para despertar
- Hipersensibilidad a la luz (fotofobia)
- Erupción en la piel (en casos de meningitis meningocócica)
En niños pequeños y bebés los signos pueden ser diferentes: llanto constante, irritabilidad, rechazo a la alimentación, abultamiento de la fontanela y letargo.
¿La meningitis en niños deja secuelas?
Sí, la meningitis en niños puede dejar secuelas psicológicas y neurológicas, especialmente cuando no se trata a tiempo o cuando la infección es grave. Las posibles secuelas psicológicas incluyen:
Secuelas psicológicas y del desarrollo más comunes:
Trastornos de atención y concentración
Dificultades de aprendizaje (memoria, comprensión, lenguaje)
Problemas emocionales: ansiedad, depresión, irritabilidad
Cambios en el comportamiento: retraimiento social, baja tolerancia a la frustración
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): en algunos casos, especialmente si hubo hospitalización prolongada, convulsiones o dolor severo
También pueden presentarse secuelas neurológicas asociadas:
Pérdida auditiva (muy común)
Retrasos en el desarrollo del lenguaje
Convulsiones o epilepsia
Problemas motores (en casos graves)
No todos los niños desarrollan secuelas. La detección y tratamiento precoz, junto con seguimiento médico y psicológico posterior, son claves para reducir riesgos y promover una recuperación completa.
Diagnóstico de la meningitis
El diagnóstico se realiza a través de una combinación de exámenes clínicos, análisis de sangre y una punción lumbar, que permite extraer líquido cefalorraquídeo para su estudio.
Tratamiento de la meningitis
El tratamiento depende de la causa:
- Meningitis viral: En general se resuelve sola, con reposo e hidratación. En algunos casos se administran antivirales.
- Meningitis bacteriana: Requiere hospitalización urgente y tratamiento con antibióticos intravenosos. En algunos casos también se utilizan corticoides.
- Meningitis micótica: Se trata con antifúngicos específicos.
- Otras formas: Se tratan las causas subyacentes y se puede usar tratamiento antiinflamatorio.
¿La meningitis se puede prevenir?
En muchos casos, sí. Existen vacunas eficaces para prevenir varios tipos de meningitis, como:
- Vacuna contra el meningococo
- Vacuna contra el neumococo
- Vacuna contra Haemophilus influenzae tipo B (Hib)
- Vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (MMR)
Además, mantener una buena higiene y evitar el contacto cercano con personas infectadas también ayuda a reducir el riesgo.
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Los contenidos de Salud Plena tienen propósitos informativos y no sustituyen la consulta médica profesional. Ante cualquier síntoma de meningitis se debe buscar atención médica urgente.